Confieso que llego hasta este autor en busca de algunas respuestas para intentar una aproximación a este mundo sin alternativas que me parece más revolucionado que revolucionario.
Sometido a una aparente aceleración de la vida aunque sea que sólo hay más inquietud, confusión y desorientación.
La historia, ante la información descentrada y carente de narrativa lineal, va dando tumbos sobre un tiempo atomizado en una linea de puntos entre aburridos intervalos de vacío que se rellenan con sensaciones que se suceden cada vez más rápido, así la percepción se abastece con novedades y extremismos.
El mundo social, nos presenta rodeados con aura de felicidad en medio de un ambiente de éxito, transmitiendo una imagen permanente hacia los demás, que al unisono perturba e influye sobre la percepción del propio ser esencial.
«Así la técnica nos separa de la tierra mediante la aplicación de una energía cinética, cuyo origen no nos dan a conocer»
Sabemos que el impulso tiene su origen en la industria de motores y que por desgracia el desarrollo técnico no viene acompañado de la imprescindible evolución espiritual.
» Las imágenes pasan de forma fugaz sin captar una atención duradera, la información y los acontecimientos no causan un profundo efecto ni dejan una huella duradera. Periodos que se acortan definen la fabricación de productos que rápidamente resultan obsoletos».
«Es el triunfo de lo nuevo, la apetencia por la última versión, pero con pocas obras nuevas».
- ¿Y la conclusión?
- Ahí tendrán que llegar ustedes.
Mi conclusión: en la mundialización no hay sitio (no debe haber) sitio para la «evolución espiritual» hecharía todo a perder!
Es mi humilde conclusión
Muchas gracias Gloria. Decía Nietzsche que, muerto dios, la salud se entroniza como diosa.
Es una conclusión muy interesante cuyo razonamiento me gustaría conocer. Considero que la salvación del planeta necesita de manera urgente la referencia de Buda. Un abrazo.
Somos consumistas impulsivos dominados por la publicidad…
Buena reseña, Carlos.
Un besote
Muchas gracias Luna, gracias a Han, poco a poco me voy aclarando en este contradictorio momento. Aunque reconozco que desde otro punto vital este asunto puede ser un rollo mayúsculo. Un besazo.
Mi conclusión es que nos llenamos la mente con muchas tonterías y cada vez nos cuesta más concentrarnos.
Demasiado de todo, muy rápido y muy superficial.
Muchas gracias Paloma. creo que tienes mucha razón. quizás nuestro cerebro no esta preparado para procesar el aluvión de mensajes que nos bombardea sin permiso y debamos seleccionar la información que merece atención. Un beso.
Gran entrada Carlos. Hoy marca lo inmediato, lo más llamativo, ni lo profundo ni lo importante, que no van mejorando en absoluto. Un abrazo.
Muchas gracias Francisco, en efecto, todos estamos preocupados por el estado de la atmósfera mientras hacemos cola esperando que despegue nuestro avión, para esparcir a diez mil metros de altura un chorreo de 280 grs de gas por pasajero y kilómetro de vuelo. o sea que entre ida y vuelta a Berlín, la parejita expande cuatro toneladas y media de CO2 a 1000 grados de temperatura, polucionando, con lambda 10, un millón de metros cúbicos de aire. Un abrazo.
👍👍
Huy la música:
Esa felicidad de plástico que nos rodea, a la cual luego desechamos para cambiarla por otra renovada la que es el último grito y hacia allí va la tendencia y seguimos creando ese mar en donde todo ello flota y poco a poco nos irá asfixiando, sin embargo seguimos en ello sin tomar conciencia, rumbo al matadero. Un abrazo
Muchas gracias Themis, en efecto invertimos demasiado tiempo y esfuerzo en consumir y adquirir artilugios o experiencias imposibles de legar. Salvo los restos de un propio naufragio flotando en el mar. Un abrazo.
Como dijo el escritor Louis-René des Forets «La superabundancia no tiene nada que ver con la fertilidad». Perdemos la esencia dejándonos llenar por el vacío de lo externo. Superficial. Vivimos hacia afuera. Gracias por tan interesante reflexión, Carlos. Un abrazo
Muchas gracias Lola, aportas un interesante pensamiento, creo que el desarrollo económico ha construido una jaula alrededor que tiene difícil escapatoria y fuera de los barrotes se han quedado valores que eran el fundamento de la humanidad. Un abrazo.
Coincidió con Evavill y me encantó la frase de Themis » felicidad de plástico «.
Muchas gracias Mar. ¡Es que lo mejor de este blog está en vuestros comentarios! Un besazo.
¿Ya pasaron las inundaciones?
Todo bien por acá. Donde yo estoy no había no daños afortunadamente.
Besazos!!