CERTEZAS Y CREENCIAS
El agente de seguridad distinguía con claridad que el análisis electro-químico de los entes biológicos que avanzaban en medio de la penumbra, se correspondía punto por punto, con Arie´s Directora del centro de exploración espacial y Bort´n, Jefe de laboratorio de motores e impulsión estelar. Lo que provocó la inmediata disminución del nivel de alerta por intrusión en el pasillo que unía la entrada principal con la sala de reuniones. Ambos parecían incomprensiblemente enfrascados en el intercambio de conocimientos, una de las funciones prohibidas para salvaguardar la integridad de los cerebros cibernéticos como el suyo, en cambio su programa implantado, podía tomar un millón de decisiones en el mismo tiempo que ellos necesitaban para hilvanar una sola frase:
– Es un dato físicamente consolidado Bort´n, tras diez mil generaciones de científica,s incluso bajo los efectos del penoso tratamiento por hibernación, a los entes biológico nos resulta imposible volar más allá de diez años luz, sin arrastrar una nave equivalente al tamaño de medio planeta.
– Cierto, por ello tenemos la responsabilidad de difundir la inteligencia galáctica y proclamar que la Divina Actuación de Arïsna, El Creador que, en su infinita bondad, nos ha impuesto una tarea que asumimos con alegría, ser la única especie creada para cumplir su Divina Voluntad.
Cuando atravesaron la puerta que daba acceso a la sala de reuniones, situada en la zona más profunda de la gruta, sobre la pared de cristal se desplegaba una representación cuántica de la imagen exterior, nadie podría diferenciar la proyección de la realidad oculta tras el muro a unas decenas de metros. En el centro destacaba la esfericidad de la estrella, inundando con su rojiza luminiscencia una extensa planicie permanentemente cubierta de hielo.
– Así es Ariel´s, paradójicamente el cosmos es un campo infinito y eterno, aunque el sistema solar Grown parezca de los más longevos de la galaxia, no va a durar siempre. Una vez cumplidos los diez mil millones de años girando alrededor de esta gigante roja, podemos considerar que el sistema solar ha alcanzado las puertas de la madurez, sin obtener pruebas fehacientes de que otra inteligencia habite el universo.
Tomar impulso y atravesar de un solo salto el cristal de roca para aterrizar sobre la inhóspita superficie del planeta, temblando de frío, había sido hace siglos un divertimento popular basado en la correlación de materiales afines al entrelazamiento particular. También fue el origen para un descubrimiento fundamental que impedía habilitar esta operativa para la colonización espacial. La mente biológica sufre daños proporcionales a la distancia física del espacio entrelazado entre dos puntos, limitando de ese modo la aplicación del fenómeno a una corta serie de mínimos saltos, a los cuales debía suceder un amplio periodo de reposo para recomponer el equilibrio neuronal en el cerebro.