Ayer en cuatro lineas nos atrevimos; lo que es mucho; a repasar cuatro mil años de la sociedad religiosa; recemos para no acabar en la hoguera; entre lineas aventurábamos la hipótesis de que el sentimiento sea inherente a la materia, o sea que los animales, las plantas y hasta las piedras puedan tener consciencia de ser y de su propia evolución, esto nos sitúa en la teoría de Gaía, en la conciencia planetaria y en la lección de qué el planeta pronto se va a librar de nosotros, catastrofismo en estado puro, no creo en esa posibilidad, de lo que si tengo certeza es del estúpido uso que estamos dispuestos a hacer de todo lo que se encuentra a nuestro alcance para obtener ingresos o por lo menos a consentirlo para nuestra mayor comodidad, nuestro mundo proviene de las estrellas, nosotros también procedemos de remotas explosiones de novas y supernovas, eramos polvo y somos un agregado material causado en primera instancia por la fuerza de la gravedad, vivimos merced a la radiación solar, respiramos, bebemos y comemos rayos de sol y hasta quemamos sol en forma de gasolina en el interior del motor de nuestro automóvil, lo único que no es renovable es el uranio y ahora nos quieren vender la mentira de que a base de quemarlo; con solo un cinco por ciento de rendimiento; ya no pasaremos frío nunca más, durante los próximos treinta años como mucho, que no hay para más, por eso éste puede ser nuestro mayor disparate hasta la fecha, cada gramo de ese metal resulta precioso, como aprendices de brujo, sí no tenemos cuidado y lo despilfarramos acabaremos con el primer peldaño de una escalera que nos debería impulsar hasta el centro de la galaxia, cualquier día si lo pagan bien, vendemos al pesado del cuñado con tal de ganar unos euros, aunque nos quedemos sin repartidor de paquetes para siempre jamás. Ahora la imagen.
Hay mucho a fan de obtener el máximo rendimiento en un mínimo de tiempo, de todo, de la energía, de las cosas, las empresas…. estamos destruyendo el planeta, el sistema solar, la galaxia, el universo….
Vaya no seas pesimista, personalmente tengo una gran esperanza puesta en los cefalópodos, creo que serán los próximos dominadores del planeta y en que lo harán mucho mejor que nosotros. Ocho brazos, un gran cerebro y ni siquiera les hace falta esqueleto.
Está claro que no somos eternos. Quizá sea Gaia, quizá nosotros mismos, que, de tan estúpidos, no necesitamos nadie más.
Hace poco, aun amigo iluminado le decía que los extraterrestres no existían, que era más probable que los dichosos platillos fueran hombres de un futuro tecnológicamente avanzado. Y es que si no, sería la demostración que duraremos menos que un telediario, por el simple hecho que en el futuro no habrán hombres.
Pues esas discusiones sobre Ovnis y otros apasionantes temas, según con quien sean, a veces se tornan demasiado acaloradas, yo creo que de momento, no podemos plegar el espacio para viajar por agujeros de gusano. pero si que me gustaría tener visita de seres inteligentes, por aprender mas que nada, aunque tengan aspecto de pulpo.