Junto a la carbonería y la fábrica de hielo, es uno de los muchos oficios perdidos que complementaban la economía popular. O sea de la mayoría de los españoles ocupados durante la mayor parte del día, para mantenerse en la ilusión de tener un hueco entre las huestes de la mal llamada clase media. Pobres, pero también incansables y honrados trabajadores.
En este libro sobre el Japón que deseo tradicional, Mr. Nakano obtiene pingües beneficios trasegando en objetos de segunda mano. Muebles y enseres desparejados que, aunque ya no despiertan el interés de sus primeros propietarios, otros siguen valorando por su utilidad original.
Sobre manías e íntimos pensamientos de los desparejados va precisamente el hilo conductor de esta agradable historia que nos llega de la admirable letra de Hiromi Kawakami. Una autora que como Natalia Ginzburg es capaz de construir una atractiva historia sin necesidad de abandonar la rutina de una jornada de compras.