
Parece que, aunque cada uno tiene que cargar con su propia cruz, a algunas putas, encima se nos sube un sanbenito, que además de ser gordo como cocinero de obispo, se empeña en sacrificarnos a su dios con la cabeza cabeza hacia abajo. los brazos en cruz y las piernas despatarradas. ¡Como si una no tuviera bastante con lo que arrastra!
Recorrer una ciudad o una vida, que tanto dios da que dio lo mismo, de la mano de la pluma del genial Cela, es acompañar al Diablo Cojuelo atisbando con los ojos y oídos bien abiertos, atentos a la cruda realidad que sucede allí abajo y a nuestro alrededor, sucede que, como Don Camilo es un soñador real encerrado en un real senador.
Su excelencia sabrá si tanto título como tan merecidos premios recibidos, sirven de algo en el más allá, mejor que estas cosas de ser un escritor genial. Quiero creer que sufriendo la ausencia de un buen yantar y privado del placer que sentía al liberar una estruendosa ventosidad de cuando en vez, Don Camilo debe penar en el cielo tanto o más que lo haría en el infierno. Pero, ¿Que le vamos a hacer?
¡Que nos tenga reservado un sitio a su lado muchos muchos años!
Parece interesante adentrarse por los caminos de Don Camilo para irlos conociendo y ver de qué se trata, buena sugerencia, gracias Carlos, un abrazo
Muchas gracias Themis, aún sin emprender grandes aventuras es un magnífico cocinero literario, que adereza en su justa medida. Un abrazo.
Aunque entre la breves, mis favorita son Madera de Boj y Mazurca para dos muertos.
Cela fue un gran escritor, pero este libro no me gustó y además pesa sobre él la sombra de un plagio…
Muchas gracias Mayte, es un placer leer una opinión discrepante y más cuando se justifica con un relevante información. A pesar de que contiene algunas frases geniales, también me han gustado otros bastante más que este. Un abrazo.
Años ha que leí a Cela por última vez, puede que sea hora de recuperar algo cortito. 🙂 Este no, que no le gustó a Mayte y además leo por ahí que a ti te gustaron más otros. 🙂
Un besote
Muchas gracias Luna, en efecto releo a menudos los dos arriba citados por que contienen alguna descripción costumbrista de una Galicia imaginaria, próxima a las del genial Wenceslao Fernandez Florez, en El bosque animado. Un besazo.
Cela es buenísimo! Buena recomendación!
Muchas gracias Ana.