Uno sólo conoce dos formas de aproximarse a la aparente realidad y le parece que ambas contradicen la sacrosanta aparente realidad.
La primera vía consiste en estudiarse a uno mismo y transcurrir la brevedad de la existencia sumido de manera voluntaria en la ausencia de los que acontece en el mundo alrededor. De algo así entiendo que va ese libro, de como Buda se las apañó para asegurar que aquella fuera su última reencarnación y de que el camino seguido permanezca abierto para aquellas grandes almas deseosas de reproducir el peregrinaje, trascendiendo la pertenencia a una de las castas en las que se divide la humanidad. la versión oriental del popular tanto tienes, tanto vales.
Parece esta obra una guía y una interesante descripción histórica para recorrer los lugares al norte de la India en la que se desarrolla la transformación de un acaudalado heredero en un filósofo capaz de penetrar mediante cierta abstracción mental en los secretos del cosmos.
Para el otro método, de raíz más ontológica y occidental, conviene conocer el álgebra de los números complejos, la trigonométrica traslación de los ocho campos dimensionales y realizar cada día una introspección sobre la teoría estadística de Satyendra Nath Bose.
Si no existiese la Wikipedia, habría que inventarla lo antes posible.
Yo voy a seguir el segundo método, parece más fácil, jajaja.
Ahora en serio, el budismo me interesa y gusta.
Besos, Carlos
Gracias Paloma, sería muy interesante conocer tu opinión respecto a la transmigración de almas. Un tema fundamental dónde los haya. Un besazo.
«Abstracción mental en los secretos del cosmos.» Nada mas leer esta frase, me deja en los confines más retirados de mi mente para poder entenderlo porque no tengo la menor idea del budismo y como por algo se empieza, tu recomendación es pertinente para empezar hacerlo.. Abrazos Carlos.
Muchas gracias Manuel, seguro que te gustará saber más sobre esa filosofía de vida tan original seguida por millones de personas. Un abrazo.
De seguro que sí.
Pienso que si hay que elegir entre esas posibilidades eludo el aproximarme a la realidad, jajajajaaj, parece interesante el libro presenta un camino. Raví un deleite hacía mucho tiempo que no lo escuchaba, gracias Carlos un abrazo
Muchas gracias Themis. También se podría hacer desde ambos extremos para converger en un vaya a saber dónde? Cierto es que debe ser de las pocas creencias que no provocan guerras. Un abrazo.
Parece interesante con esa dualidad. 🙂 ¿La recomiendas entonces?
Un besote
Gracias Luna, me parece muy interesante, sobre todo para quién, como yo mismo, ignora casi todo sobre la India y el budismo en general, porque refleja formas diferentes de entender el mundo y el progreso de la humanidad. Un besazo.
Gracias, tomo nota. ¡Besotes!
Totalmente acertadas tus observaciones sobre la primera vía. Sí, la meta del budismo es alcanzar el fin del sufrimiento, la liberación del samsara. Yo sí que «creo», por decirlo así, en la reencarnación. O mejor dicho, me parece una «idea» o posibilidad muy lógica o plausible. Digamos que me infunda fuertes sospechas. ¿No habremos vivido muchas vidas desempeñando muchos papeles? Lo extraño sería que no.
Pensamiento libre.
Ciao.
Muchas gracias Wath, se ve que conoces bien el asunto que tratamos, ignoro casi todo respecto a la filosofía de Buda, pero no me parece tanto un pensamiento religioso cuanto una manera equilibrada de afrontar la existencia. Reconozco que podría estar equivocado de medio a medio en los dos métodos. Un saludo.
Pues mira, coincidimos plenamente: nunca he visto al budismo como una religión, sino como una filosofía o sistema de pensamiento para llegar al autoconocimiento y la verdad, la liberación (la verdad no es conceptual, va más allá). El budismo no postula la existencia de un dios (no se pronunció al respecto).
Sobre la ciencia… pues también me hizo pensar. Impresionantes avances, pero tengo mis dudas de que por más que desentrañemos la materia, estudiemos y descubramos partículas elementales y las fuerzas fundamentales, lleguemos a entender o explicar del todo la realidad. Aparte de que la cuántica es la dueña del cotarro, hoy por hoy, Sea como sea, fascinante (me encanta también). En fin, temas de debate infinito.
El libro que reseñas parece interesante. Pues uno más que se lanzó a hacer de Buda, ja ja. Me quedo con Siddhartha de Hermann Hesse, que ya es mucho. Gracias a ti.
En Siddhartha estamos. Gracias.