La segunda etapa de un periplo que deseo que al menos les resulte entretenido.

La cubierta C acoge a los dependientes de la seguridad social, la mayoría son jubilados o enfermos leves por prescripción médica y/o en proceso de recuperación. También se hospedan un numeroso grupo de fijos discontinuos o con contrato temporal a tiempo parcial y opción a renovación.
Los miembros de la tripulación, son muy correctos en el trato, aunque no hablan ni comprenden una palabra de español. Tienen ojos achinados, deduzco que deben ser asiáticos. Seguro que les saldrán más baratos y ya se sabe que los chinos comen poca carne, apenas unas tiritas mezcladas con mucha verdura picadita o con arroz.
Resulta chocante la alegre imagen estampada sobre el vestido de esa señora cuando aparece con el ceño fruncido. Este viaje no impide llevarse disgustos. A menudo nos preguntamos, cuando nos reunimos en el comedor, si sucederá igual en otras secciones.
Ayer un viejecito advertía sobre que, en caso de…
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Entre los jubilados, parados, y trabajadores discontinuos, todos pasajeros de un mismo barco. igual hasta podrían pensar en montar una revolución. Esperaremos nuevas entregas a ver en qué queda. Un saludo.
Muchas gracias Azurea, esto puede acabar de cualquier manera, la revolución parece una sugerencia magnífica. Un saludo.
Caray, Carlos, me has dejado con una curiosidad! Adonde irán a parar los abueletes, los parados, los…? O, no irán a ninguna parte? Ays! Un abrazote.
Muchas gracias María, esperamos que al Gallego no le de por hundir el barco en medio del Atlántico para presumir de que conoce eso de babor y el estribor y que sabe distinguir la obra viva de la muerta. ¡Marinero de pacotilla! Un besazo.
¡Vaya viajecito!, a todos los que ha juntado, rumbo a dónde irán, a dónde terminarán, esperemos a ver como sigue, da curiosidad, un abrazo Carlos
Gracias Themis, acá le dicen Imserso a una agencia del gobierno dedicada a extraviar pensionistas. Si así es la realidad… Un abrazo.
Dios los cría y ellos se juntan. Menudo entrevero que haces en ese barco. Todas formas vamos esperar que lleguen a buen puerto y no durga un disparate del gallego. Muy entretenida tu historia. Saludos Carlos
Muchas gracias Manuel, ¿para disfrutar de una existencia sin aventuras se requiere un carácter especial? Un abrazo.