

De repente se le ocurrió la idea para salvarlos a todos, fue como si en el interior de su cabeza se encendiera una bombilla.
Aplicando el transductor molecular, las proporciones del mundo quedarían reducidas 1879 veces, así podría ser transportado en el interior de una nave minúscula, sería tan pequeña como un frasco en el cual cada océano, tendría el tamaño de una gota de agua.
Una vez que estuviesen a salvo, alcanzada la órbita de Alfa Centauri, ya pensaría en la forma para volver todo a su tamaño normal.
Arriesgado el asunto, es como convertirte en hormiga, cualquier cosa te puede aplastar. Abrazo
Muchas gracias Naví, espero que el progreso en tus estudios sea palpable. Algunas hormigas presentan una cerrada linea de defensa. Un abrazo.
Si, ellas tienen un sistema complejo de enjambre, por lo cual la autoorganizaciòn es propio de su inteligencia colectiva. Responden con rapidez al caos y son capaces de tener comunicación transtemporal y transespacial. Así que ando medio adelantada. Abrazo.
¡Estupendo entonces!
Um juego divertido eso d reducir mucho las cosas, espero q sea reversible😄😘😘🤗🤗✨✨✨
Muchas gracias Mamen, eso espero o los jamones acabaran rodando por los suelos. Jajaja. Un beso.
genial sería esa reducción. Qué alivio para tener la casa limpia y ordenada en un abrir y cerrar los ojos. Genial tu creación. Un abrazo Carlos
Muchas gracias Manuel, procuraré no olvidar reducir la escoba. Un abrazo.
Ja,ja,ja. Tu sentido del humor siempre adelante.
Genial, Carlos!
Muchas gracias Julie, la inspiración es de Lídia, pero será mejor si lo ignora, no sea que se otorgue el premio a sí misma y nos quedemos sin cesta de embutidos. Un abrazo.
Quizás en el futuro humano esto sea posible, quizás este relato es visionario. Me encantó! Saludos!
Muchas gracias Ana, Un saludo.
Este micro igual lo puedes hilar con ciertos relatos tuyos de colonización exterior. 🙂
Un besote
Muchas gracias Luna. serían para una miniserie de nanorelatos. Jajaja. Un besazo.
Habrá que buscar el brebaje de Alicia que decía «Bébeme» a ver si conseguimos disminuir de tamaño a capricho…
Bonito texto, y bonitas imágenes, Carlos. Un abrazo
Muchas gracias Lucía. Hablando de brebajes: ¿Alguno recomendado para bajar un par de tallas? Un abrazo.
Jajajajaja, me temo que para eso no existen brebajes mágicos… ya sabes, poco sofá, poco plato, y mucha suela de zapato 😉
Me encanta. Es simplemente genial el modo en que usas los elementos del reto para crear un micro lleno de esperanza, de solidaridad, con un toque de ciencia fantástica y un poco de humor que subyace en todas tus palabras de forma inevitable.
Muchas gracias por participar en el reto y hacerlo de una forma tan mágica.
Un besazo, Carlos.
Muchas gracias a ti Lídia, por mantener este divertido reto vigente y además aguantando las incursiones de este seguro admirador. Un besazo.
P.D. En la cesta de este mes, si puede ser, por cosa de gases, en lugar de la morcilla de Burgos, pones un poco más de lomo Jajaja.
Pues, aunque puede que no lo parezca, no es fácil de mantenerlo cuando no se tiene mucho tiempo XD
Tranqui, en la cesta solo van productos veganos, también producen gases, pero no son malos para la capa de ozono jajajaja
Besazo.
Lo primero es lo primero y en este caso hay que salvar a la humanidad. Para volver a su tamaño con invertir el proceso…
Enhorabuena por ese derroche de imaginación.
Saludos.
Muchas gracias Virtudes, en realidad me lo estoy pensando, creo que algunos humanos desconocen que su verdadero tamaño, resulta irrelevante para el universo. Un saludo.
Un ingenioso relato para el reto de Lídia. Estoy segura que conseguirán el antídoto para volver al tamaño normal porque si no…
Besos, Carlos.
Muchas gracias Estrella. Reducidos a la décima parte, los humanos consumimos mucho menos de todo y así dejamos hueco para los que están pasando hambre. ¿Entonces los dejamos en formato liliputiense? Un beso.
Muy buena idea, imagina… con una coliflor alimentamos a un par de provincias.
Lindo, me dio mucho gusto leerlo, un abrazo
Muchas gracias Themis eres muy generosa con este disparate. Un abrazo.
[…] “Refugiados” por Carlos Moya. […]
Motivador, ingenioso y arriesgado micro, pero yo me apunto aunque parece que no hay elección, entonces todos al bote y que sea lo que tenga que ser.
Un abrazo
Muchas gracias Lola, ¡Ea, pues que salga el Sol por Antequera¡ Un abrazo.