Por cierto, no se pierdan el sorprendente final de este excelente relato, por supuesto después de leer las tres primeras entregas.

Son la ocho de la mañana cuando una patada hace saltar los goznes de la puerta. Ocho agentes con chaleco blindado invaden la casa apuntando sus fusiles de asalto en todas direcciones. Entre profundos ronquidos, el inspector me agita repetidamente los hombros hasta sacarme del sopor al que cualquier ciudadano responsable tiene derecho la mañana del uno de Enero. El pijama huele a sudor pasado de rosca y sobre la mesilla una botella de Jack medio llena no mejora en nada el aroma de mi aliento.
Registran a fondo los cajones, los armarios y hasta la cisterna del inodoro.
Joder me digo, a éste paso no las encuentran. Miro disimuladamente hacia el cajón inferior de la cómoda y uno que parece más avispado que los demás cae en la cuenta. Vuelca el contenido y suelta una carcajada cuando descubre varios conjuntos negros de braguita y sujetador y, de paso, en…
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Me encantó amigo 🙏❤️
Muchas gracias Gloria, si sirvió para entretenerte un rato, estuvo estupendo. Un abrazo.
Muy bueno, Carlos! 👏👏👏😉😘🤗❤🌟
Muchas gracias Mamen, un abrazo.
Pues se me ha escapado una, no sé dónde estaría mirando (por el balcón, seguro). Voy a investigar y ponerme al día.
Un besote. 😉
Muchas gracias Luna, seguro que como todas la heroínas no tienes mucho tiempo libre. Ponte al día si te dejan. Un besazo.