Creo que el autor de esta novela va dejando flecos sueltos a lo largo del tiempo que relata. Alrededor del retrato de una hermosa mujer que desciende desnuda una escalera, se mueven tres hombres que pretenden tener derecho a poseer la pintura y la modelo. El marido, el amante pintor y el abogado enamorado que pretende aclarar quién tiene derecho a considerarse propietario de una obra basada en otra de Duchamps con la cual, quizás pretendía incluir el concepto del flujo de movimiento en la pintura. El arte, al contrario que la vida, perpetua la belleza de un instante de la existencia, pero es incapaz de reflejar cómo la edad puede incrementar la hermosura o adquirir riqueza puede mermar la capacidad de vivir.
Con esa reseña, no queda más remedio que buscar el libro. La trama se lee muy interesante y despierta la curiosidad por saber el desenlace.
Muchas gracias Manuel, el libro es un retrato íntimo y en efecto el final creo que lo debe encontrar cada cual. Un abrazo.
Interesante 🙂
Gracias Mamen. Escrito en femenino hubiera añadido algunos matices. Un besazo.
🙂 ❤
Me gusta la reseña y, sobre todo, tu teflexión final
Reflexión, que me equivoqué.
Y un abrazo!!
Muchas gracias Paloma, el artista sólo pretende captar una impronta y si hay suerte, que esa huella perdure eternamente. Un abrazo.
¡Qué música más relajante! Un abrazo, Carlos.
Muchas gracias Lola, si escribes a última hora, la música es una necesidad para templar el ánimo. Un abrazo para ti.
A mí me ha venido muy bien después de una intensa jornada laboral. Gracias. Un beso
Gracias Carlos por tu reseña, lo haces con mucha claridad y la música una delicia, un abrazo
Muchas gracias Themis, confieso que evito escribir sobre obras que encuentro poco atractivas, porque considero que el autor realiza un esfuerzo terrible para componerlas. La música es la terapia de mi vida. Un abrazo.
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Gracias
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