El velo

El otro lado está habitado por multitud de especies que se encargan de la continuidad del planeta. La novela que nos presenta Lidia, trata precisamente sobre esa pared intangible que garantiza la supervivencia de la vida. Igual que a este lado existen diferentes razas humanas, sospecho que también una de magos que practican sus artes convencidos de que sólo la profunda discreción les mantiene a salvo. 

Supongo que cuando una autora se sumerge en un mundo mágico para extraer un relato con las aventuras que ha experimentado, también debe mantener un cierto nivel de precaución, o cualquiera podría descubrir la entrada y desbaratar el delicado equilibrio que lo sostiene en pie.

Es un hecho conocido que en el tiempos remotos hubo terribles  enfrentamientos que aconsejaron a los dioses poner un límite entre ambas realidades. La caída y defensa del muro protector compone una interesante trama que podría ir mucho más allá en las descripciones, construyendo, volumen tras volumen, una saga completa.  La diversidad de seres mágicos invita a leerla y a conocer, mediante esa deseada prolongación, mucho más sobre las circunstancias que rodean una rica existencia que adivinamos en esta obra. 

Lídia es una fantástica creadora de mundos paralelos que nos permiten soñar con los ojos despiertos y participar de ellos mediante sugerentes párrafos.

La cuidada redacción contribuye en mucho a que la lectura resulte fácil y amena.