Hay lugares despoblados en los cuales cultos inmemoriales celebran la regeneración de la naturaleza.
Al borde mismo de la cascada un pequeño templo preside el paraje que contempló primaveras en las que la diosa era festejada. Aún conserva en su fachada el tauron primordial que forman dos remolinos enfrentados, quizás respetando una función original olvidada.
El altar, ahora ocioso y mal reconstruido, excluido de los nuevos ritos soporta inclemencias y aguarda el retorno del tiempo de la libertad mirando al norte para contemplar el eterno giro de las estrellas.
Entretanto el celoso vigilante del ocaso guarda la llave que franquea el paso y aferra entre las manos el libro de la ley del usurpador.
El interior inaccesible oculta la riqueza imprescindible para que la divina presencia acuda a bendecir el nuevo rito. Como un ladrón atisba a través del ojo de la cerradura para descubrir si la poderosa puerta oculta algo que despierte su interés.
Tan sólo descubre inútiles ornamentos de oro, plata y ostentosos bordados bajo un falso cielo de color pastel.
¡Qué poético y elegante te ha quedado! ¿Dónde es?
Gracias Luna, se llaman Las calderas del río Castro, un paraje del interior de la comarca. Un besazo.
Ahora que dices el nombre, me suena que has puesto más fotos de ese sitio, unas pozas.
¡Gracias! Un besote
Qué maravillosa descripción de el entorno de una iglesia y de sus detalles más destacados. Me encanta como nos vas llevando observando el exterior hasta el interior como si estuviéramos allí mismo mirando a través de la cerradura. Muy bonito, Carlos. Un besazo 😘
Muchas gracias Lidia, es un espacio que se reconoce mágico al primer vistazo y además permanece inalterado. Un besazo.
Todas las localizaciones de iglesias y ermitas son mágicas 😉
Lindas imagenes. Te que bella la descripción.
Muchas gracias Meat. Un saludo.
¡Qué son unos cuantos kilos de oro y plata cuando uno la pasa bien!
Impecables fotos con historias.
Un beso y buen domingo.
Gracias Paula, ese metal que lo tenga quién lo tenga, apenas sirve para hacer aros y medallas, pertenece desde siempre a la madre tierra. Un besazo.
La naturaleza es el mayor monumento que nos podemos encontrar como demuestra la primera foto. Aunque hay también pequeñas joyas desperdigadas por ahí, abandonadas a su suerte, demasiadas, sin que nadie se haya preocupado de preservarlas del paso del tiempo…
Un beso.
Muchas gracias Estrella se me ocurre recorrer paisajes para encontrar, en esas joyas que ponderáis, algunas viejas historias con las que adornar unas fotos. Un besazo.
De nuevo amaneció nevando.
Este invierno es el de nunca acabar. Yo con la chimenea y la calefacción puestas (y los pies helados)
No hay más solución que unas botas forradas de felpa adquiridas en Carrefour, doble calcetín y mantener los pies sobre la alfombra. Desde primera hora estamos echando humo por el tejado. ¡Que horror!
Verbalizar sensaciones es perfecto para que podamos trasladarnos al lugar que nos enseñas. Tus historias en imágenes son preciosas 😍😍
Un beso Carlos 💋
Muchas gracias Margui, a veces sucede que en determinados lugares parece que la tierra reverbera con más intensidad y curiosamente uno encuentra a menudo una iglesia okupando el espacio idóneo para festejar la vida natural. Un besazo.
Majestuoso como siempre , lugar y relato 💖
Muchas gracias Gloria, sólo sucede que a veces es bueno retornar a lugares conocidos para revisar lo que entonces contemplamos. Un abrazo.
Y seguro cada vez que los visitamos encontramos algo que no visualizamos la primera vez 🌺
Una lección de historia del arte a través de tus fotografías relatadas. Mirar por la cerradura es de un hermoso romanticismo. Un abrazo.
Muchas gracias Carlos, Creo que algún día van a descubrir que tiro fotos al ojo de la cerradura y seguro que será delito. Un abrazo.