Aquél feliz rosal blanco fue plantado
para celebrar el encuentro del amor
cuando tornaron las lágrimas de soledad,
y sin aparente razón,
fue mudando el color
Hasta adquirir el mismo tono de pena
que un sangrante corazón.

F/6,3 1/4 s, ISO.80, 37 mm
Estaca que dejara semilla para florecer
Aunque esté hoy algo cansado de trasegar en el jardín. En ello estamos. Muchas gracias por tu comentario.
Tú no te canses todo tiene su tiempo
Grazie mille Maria. Boa noite.