El estupor tan sólo le llegaba hasta pronunciar un correcto gracias, envuelto a su pesar entre la sorpresa que le produjo ser reconocido, y a pesar de presentarse envuelto entre un envoltorio tan bien preparado, que le aseguraron los de inteligencia que sería imposible que le detectaran, la misión no podía ser más simple y sencilla, entrar, tomar buena nota de lo que le enseñaran, indagar algo más, insistir hasta ponerse pesado y cuando le pusieran de pies en la puerta de salida, a poder ser, con acompañamiento de cajas destempladas, volverse a casa, escribir las tres partes del informe, la primera conteniendo la certeza de lo que le hubiesen mostrado, cuanto más detalles para un análisis posterior mucho mejor considerado. La segunda debería profundizar en sus intuiciones, contener impresiones propias, describir los gestos observados, la decoración, la calidad del mobiliario, el tipo de cortinajes y cerramientos y la última pero no por ello la menos importante, las posibles alternativas, tras una breve reflexión que sería una lógica consecuencia de las dos anteriores, sobre cuales podrían ser las razones para que se hubiera gastado tanto esfuerzo y dinero en levantar semejante mamotreto de hormigón en un lugar tan apartado. Ahora una vez descubierto no le quedaba más remedio que cambiar de estrategia y cambiar el sentido de sus pesquisas, sin esperar a que sus acompañantes le presentaran de manera adecuada a la que se decía directora de no se sabe que historias, decidió programar un ataque frontal, a riesgo de ser considerado como un personaje descortés y un maleducado. ¡Me gustaría conocer, dijo de un tirón, a que juegan ustedes en este edificio y en este lugar y sí se piensan que se van a consentir actividades que, si no están al margen de la ley, pueden considerarse, debido a su cercanía a la costa, como muy comprometidas para la seguridad territorial de la nación!
Ostras!!! Roxo, eso si que no lo esperaba, no sabía que estaba en esta historia.
Esto ha tomado un cariz inesperado e interesante. Veamos por donde continua.
Abrazos!!
Confieso que me cae bien ese personaje, bienjestorio, taciturno y silencioso enamorado del jardín y de otras flores. Un beso