Uno, cada día, procura pasar por las frases y supongo que por los pensamientos expuestos, que van sembrando negro sobre blanco a lo largo y ancho de la red, merced al conocimiento que todos ofrecemos sobre nosotros mismo en estas lineas, creo que nos vamos conociendo algo mejor, observo con preocupación que algunas o algunos de ustedes toman el regreso a la vida cotidiana, como una suerte de castigo; «cachis con lo bien que se estaba de vacaciones»; pues si, en periodos de descanso se vive diferente, aprovecha uno para lanzarse a la vorágine del exceso, parece justificado ese abrazo apretado a la holgazanería, pero créanme, se la conceden ustedes a si mismos como postre a un año de esfuerzos y trabajos, cuando uno se ve forzado a una cierta y casi total inactividad profesional, después de decenios exprimiendo ingenio de las neuronas; así considero que se obtiene el zumo de ideas; pues hay que inventarse una nueva vida y en ese instante es cuando uno debe trabajar a base de las herramientas acumuladas, y sin percatarse de ello, retorna a madrugar cada mañana y se impone la busca del frescor del amanecer, los minutos de meditación, la atención cuidadosa del jardín antes apenas mantenido, la selección de los componentes para la solicitada receta que alimenta a la familia, la elaboración de mermeladas y confituras, la cuidadosa colocación de la leña, la colaboración con los vecinos; que a todos se les va rompiendo el coche; a veces la charla distendida, la lectura, la repensada entrada del blog y de esta suerte se reconstruye uno la carpeta de tareas y obligaciones; te envidio me dicen algunos amigos y amigas; eso los dices, porqué no me ves limpiar la chimenea, contesto; pero lo importante de cualquier actividad que emprendamos, está a mi entender en llevarla a cabo con anhelo de aprendizaje y voluntad de mejora, aunque sea tripulando una desbocada aspiradora alrededor de la mesa del salón. Ahora la imagen.
Que manera mas bucolica de reencontrarse con la cotidianidad, Mas para la mayoria de personas volver al tajo es penoso. Pues son pocos los que tienen un trabajo creativo y que le llena, En mi caso mi trabajo es mi blog y la verdad me tonifica cada dia, adivino que usted esta en la misma onda que yo. un abrazo
Pues amigo Agustin tiene usted razón, durante estos últimos tiempos he tenido que aprender a vivir conmigo mismo y a disfrutar de lo cotidiano. Lo curioso está en que he ido abandonando la pintura, arte que consideraba como imprescindible mientras tenía vida profesional.